HABÍA UNA VEZ...

...Una niña pequeña que estaba enamorada de la letra "S". Era igual a las curvas de un río, al lomo de una serpiente y tenía sonido de cascabel. También se entretuvo con la  "R" porque rugía como motor. Tiempo después, se sentó frente a un cuaderno y las palabras fluyeron todas juntas. Notó que tenían el poder de construir mundos, de dar forma a las exploraciones que ella hacía entre las rosas del jardín o en las arenas marinas. Todo eso coincidió con la llegada a la Luna del Apolo 11.
Del lápiz pasó a la máquina de escribir y luego, al computador. Entonces, ya todos buscaban marcianos y los agujeros negros del universo, pues en la Tierra todo parecía estar descubierto. Quedaban las palabras y las imágenes. Dibujos, fotografías y una historia a punto de morder el anzuelo.

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